jueves, 8 de agosto de 2013

Gaia //Prólogo//

Sinuosamente, ella, fue abriéndose camino entre las sombras de la multitud. Nadie podía verle, invisible para el que no prestara atención. Ella se sentía sola y perdida, buscándole.. ese ser que le palidecía el rostro y llamaba a las lágrimas de sus ojos. Pero, ella...no parecía ser correspondida. Le buscaba en los páramos de acero y piedra, de altas colinas de cristal... él se escabullía entre cables de colores y se escondía tras pantallas inertes hablando con los oscuros fantasmas que se mantenían lejos del contacto directo. Ella intentaba seguir adelante y olvidar su rostro, y poder dejar de sufrir. Cuando menos lo esperaba, él aparecía de algún modo, aun sin ser intencionadamente. Y ese dolor volvía a su corazón inerte, a un corazón que cada vez se hacía más duro, más frio... ella solo deseaba volver a lo que un día fue su vida.. a los páramos de color verde y azules lagos, y dejar lejos la piedra y el asfalto. Volver a las fiestas, las risas el amor, a vivir por las personas y con las personas, dejar atrás el egoísmo, el egocentrismo, el narcisismo... Con ese pensamiento se fue en busca de la respuesta que tantos otros buscaban, pero que lo hacían con afán de lucro y agonía de poder. Esa respuesta solo le es brindada a los antiguos, a aquellos que de verdad pueden recordar vidas pasadas y que desean, con todo el alma, volver a vivir. Y así fue como ella volvió a su mundo de fantasía, al mundo dónde todo lo que deseabas podía ocurrir, un mundo donde él ya no le haría más daño y podría llegar a ser feliz... y con un adiós en los labios.
Y dejó de ser ella para volver a ser Gaia.


Él se quedó destrozado al ver que la había perdido....